Desde siempre me ha gustado la fotografía, no en vano, mi padre es fotógrafo, he nacido y vivido cerca de una cámara. Ya sea por cuestiones de trabajo o por mera diversión captar momentos a través de mi objetivo ha sido y sigue siendo uno de mis pasatiempos favorito.
Conforme me he ido introduciendo en el mundo del contenido digital, redes sociales y marketing digital me me he ido dando cuenta de lo mucho que ese conocimiento, tanto teórico como práctico de la fotografía, me iba a ayudar en mis tareas, no sólo porque es parte fundamental de esta profesión, sino porque la diferencia entre una imagen bien hecha a otra realizada sin tener en cuenta la luz, profundidad de campo, encuadre… va a ser abismal.
Tengamos en cuenta que la fachada de toda red social va a ser una o varias imágenes acompañadas, o no, de texto, ahí radica la importancia de tener un mínimo conocimiento de fotografía, ya que te será de gran ayuda a la hora de publicar tu contenido, causando más impacto a tus clientes.
Con todo esto, quiero dar la importancia que merece al apartado fotográfico en todo lo que rodea al marketing digital. Mucha gente relega este apartado en favor del diseño, textos, web… dejando la fotografía como algo secundario, ya que todo el mundo tiene un móvil y sabe sacar una instantánea, pero, no os engañéis, una buena fotografía puede vender un producto o llamar la atención de tu público más de lo que piensas.
Espero que te haya gustado esta reflexión sobre fotografía y el mundo del community manager, si tienes cualquier duda o sugerencia será muy bien recibida, debajo tienes el formulario de contacto para hacerlo.
